ADICCIÓN AL JUEGO
viernes, 13 de abril de 2012
viernes, 6 de abril de 2012
Ludopatía es un impulso irreprimible de jugar a juegos de casino a
pesar de ser consciente de sus consecuencias y del deseo de
detenerse.
Se considera un trastorno del control de los impulsos, y por ello la American Psychological Asociación no lo considera como una adicción.
El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos.
Se considera un trastorno del control de los impulsos, y por ello la American Psychological Asociación no lo considera como una adicción.
El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R en trastornos del control de los impulsos.
El
juego patológico fue reconocido oficialmente como 6to grado B del
Colegio América de salud mental en el año 1980 cuando la Sociedad
Americana de Psiquiatría (APA) lo incluye por primera vez como
trastorno en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos
Mentales, en su tercera edición (DSM-III).
De
acuerdo con el DSM-IV, el juego patológico se define actualmente de
manera separada a la de un episodio maniaco. Sólo cuando el juego se
da de forma independiente de otros trastornos impulsivos, del
pensamiento o del estado de ánimo se considera como una patología
aparte. Para recibir el diagnóstico, el individuo debe cumplir al
menos cinco de los siguientes síntomas:
Preocupación.
El sujeto tiene pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.
El sujeto tiene pensamientos frecuentes sobre experiencias relacionadas con el juego, ya sean presentes, pasadas o producto de la fantasía.
Tolerancia.
Como en el caso de la tolerancia a las drogas, el sujeto requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
Como en el caso de la tolerancia a las drogas, el sujeto requiere apuestas mayores o más frecuentes para experimentar la misma emoción.
Abstinencia.
Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.
Inquietud o irritabilidad asociada con los intentos de dejar o reducir el juego.
Evasión.
El sujeto juega para mejorar de su estado de ánimo o evadirse de los problemas.
El sujeto juega para mejorar de su estado de ánimo o evadirse de los problemas.
Revancha.
El sujeto intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
El sujeto intenta recuperar las pérdidas del juego con más juego.
Mentiras.
El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.
El sujeto intenta ocultar las cantidades destinadas al juego mintiendo a su familia, amigos o terapeutas.
Pérdida
del control.
La persona ha intentado sin éxito reducir el juego.
La persona ha intentado sin éxito reducir el juego.
Actos
ilegales.
La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.
La persona ha violado la ley para obtener dinero para el juego o recuperar las pérdidas.
Arriesgar
relaciones significativas. La persona continúa jugando a pesar de
que ello suponga arriesgar o perder una relación, empleo u otra
oportunidad significativa.
Recurso
a ajenos.
La persona recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego. Base biológica
La persona recurre a la familia, amigos o a terceros para obtener asistencia financiera como consecuencia del juego. Base biológica
De
acuerdo con el Illinois Institute for Addiction Recovery, las últimas
evidencias indican que el juego patológico es una adicción similar
a las químicas.
Se ha visto que algunos jugadores patológicos tienen menores niveles de norepinefrina que los jugadores normales.
Se ha visto que algunos jugadores patológicos tienen menores niveles de norepinefrina que los jugadores normales.
De
acuerdo con un estudio dirigido por Alec Roy, M.D. , antiguo miembro
del National
Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism,
la norepinefrina se secreta en condiciones de estrés o amenaza, de
modo que los jugadores patológicos juegan para elevar sus niveles.
Abundando
en esto, de acuerdo con un informe de la Harvard Medical School
Division on Addictions se generó un experimento en el que a los
sujetos se les presentaban situaciones en las que podían ganar o
perder en un entorno que simulaba un casino.
Las reacciones de los sujetos se medían utilizando RMNf,
una técnica de neuroimagen muy similar a la Resonancia
magnética nuclear.
Y de acuerdo con el doctor Hans Breiter, codirector del Centro de
neurociencia de la motivación y la emoción del Hospital General de
Massachusetts, las "recompensas en metálico en un ambiente que
reproduce un ambiente de juego produce una activación cerebral muy
similar a la que se observa en un adicto a la cocaína
recibiendo una dosis."
Las
deficiencias de serotonina
también pueden contribuir a una conducta compulsiva, lo cual incluye
una adicción al juego.
Relación con otros problemas
A medida que se acumulan las deudas los afectados pueden recurrir a "soluciones" desesperadas para conseguir dinero para "recuperar" a través del juego, como pequeños hurtos, o pedir nuevos créditos para tapar las deudas más difíciles de ocultar. La existencia del hecho delictivo depende de las circunstancias facilitadoras del medio para cometerlo y de la personalidad base del afectado.
Como consecuencia de la enfermedad, el afectado puede tener depresión, ansiedad, ataques cardíacos (consecuencia del estrés),puede tener ideaciones suicidas por desesperación si no recibe tratamiento.
Por otro lado un número considerable de afectados tiene TDAH.
También se sabe que algunos antiparkinsonianos pueden provocar ludopatía.
En un estudio de 1991 sobre relaciones en varones estadounidenses se encontró que el 10% de los jugadores compulsivos se habían casado tres veces o más. Sólo el 2% de los no jugadores se habían casado más de dos veces. Relación con otros problemas
A medida que se acumulan las deudas los afectados pueden recurrir a "soluciones" desesperadas para conseguir dinero para "recuperar" a través del juego, como pequeños hurtos, o pedir nuevos créditos para tapar las deudas más difíciles de ocultar. La existencia del hecho delictivo depende de las circunstancias facilitadoras del medio para cometerlo y de la personalidad base del afectado.
Como consecuencia de la enfermedad, el afectado puede tener depresión, ansiedad, ataques cardíacos (consecuencia del estrés),puede tener ideaciones suicidas por desesperación si no recibe tratamiento.
Por otro lado un número considerable de afectados tiene TDAH.
También se sabe que algunos antiparkinsonianos pueden provocar ludopatía.
En un estudio de 1991 sobre relaciones en varones estadounidenses se encontró que el 10% de los jugadores compulsivos se habían casado tres veces o más. Sólo el 2% de los no jugadores se habían casado más de dos veces.
Prevalencia:
Un
estudio de la Comisión para el juego del Reino Unido, el "British
Gambling Prevalence Survey 2007", concluyó que aproximadamente
el 0.6% de la población adulta tenía problemas con el juego, el
mismo porcentaje que en 1999. La mayor prevalencia de la ludopatía
se encontró entre los participantes en apuestas por diferencias
(14.7%), Terminales de apuestas fijas e intercambio de apuestas
(11.2%)
En
el meta-análisis de Shaffer y Hall en 1996 sobre la prevalencia del
juego patológico entre adolescentes (de 13 a 20 años) la media
estimada para el juego patológico o para graves problemas con el
juego oscilaba entre el 4.4% y el 7.4%.
El
conocimiento científico disponible parece indicar que la ludopatía
es una tendencia interna y que los ludópatas tienden a arriesgar
dinero en cualquier juego disponible, más que en uno en particular,
generando ludopatía en otros individuos que, de otro modo, serían
"normales". No obstante, las investigaciones también
indican que los ludópatas en juegos de desarrollo rápido. Por ello
es mucho más probable que pierdan dinero en la ruleta
o en una máquina tragaperras, en el que los ciclos terminan rápido
y existe una constante tentación de jugar una y otra vez o aumentar
las apuestas, en oposición a las loterías
nacionales, en las que el jugador debe esperar hasta el próximo
sorteo para ver los resultados.
Henry
Lesieur, un psicólogo del programa de tramiento para jugadores del
Hospital de Rhode
Island
afirma que el 30 por ciento de los beneficios de las máquinas de
juego proceden de ludópatas. En un estudio reciente en Cataluña, en
2007, se ha estimado que 76,35% de usuarios de máquinas tragaperras
de los bares y restaurantes tenían una problable ludopatia o
afectación en el control.
Se
ha implicado a los agonistas de la dopamina, en particular el
pramipexol
(Mirapex) en el desarrollo del juego compulsivo y de otros patrones
de conducta con excesos.
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